Durante el día tu piel necesita hidratación y protección para evitar el deterioro que producen los rayos ultravioletas, que provocan el envejecimiento prematuro de la piel. Una buena crema de día debe llevar al menos una protección solar SPF 15.Durante la noche tu piel tienen necesidades distintas. Necesita otros elementos de defensa, por ejemplo vitaminas, minerales e ingredientes anti-envejecimiento para regenerarse.